Ikea Valladolid

N O.

Nefasto servicio. Estamos en el pueblo pasando el verano y compramos un sofá para estar más cómodos. Lo compramos por internet y contratamos el montaje porque estamos dos adultas con cuatro niños y no podemos montarlo nosotras. A los pocos días llegó el sofá pero no la funda. Llamamos y nos dijeron que hasta dentro de un mes no llegarían las fundas y hasta que no llegaran no podían montarlo. Hola? Tenemos dos cajas enormes ocupando medio comedor. Decidimos comprar otra funda en otro color para devolver la otra cuando llegara y nos dan fecha de montaje en unos días. No aparece nadie. Nos dan otra fecha. No aparece nadie. Han pasado 3 semanas y seguimos con las cajas y sin sofá. Indignadas, solicitamos la devolución. Queremos que se lleven las cajas, ya no queremos el sofá ni perder más tiempo ni espacio. Nos dan una fecha de recogida. No aparece nadie. A la mañana siguiente nos envían un mensaje: llegan en 20 minutos. No aparece nadie. Vamos a poner una reclamación en la OCU porque esto no es ni medio normal. Tenemos mejores cosas que hacer que quedarnos encerradas esperando toda la mañana. Cuando llamamos a Ikea no se responsabilizan de nada, mos responsables son las empresas subcontratadas de mensajería y montaje. Empresas que Ikea subcontrata y de las que tiene que responsabilizarse. Ah! Y no os lo perdáis, que nos quieren cobrar 30€ por la recogida de la devolución. Es surrealista. Hemos aprendido la lección: a partir de ahora comoraremos en las tiendas locales, que al menos se responsabilizan y responden mejor que Ikea. Compramos en Ikea precisamente porque ofrecen servicios de entrega y montaje... No volverá a pasar.

J M.

El primer referente mundial para comprar muebles y complementos y decorar la casa. Si los recursos económicos son medios bajos, aquí hay de todo para tener un hogar a tu gusto. Además, si eres aprendiz de ingeniero te lo pasas genial montando los muebles.

O

Lamentable servicio de caja. No tanto por su personal, por lo general amable y solícito, como por su muy deficiente organización. Largas colas y demasiado tiempo de espera para efectuar el pago. Esto ya ocurría cuando los empleados escaneaban los productos y sigue ocurriendo ahora, cuando ese trabajo tiene que hacerlo el propio cliente. Esta nueva forma de proceder no ha supuesto mejora en los tiempos de espera y supone una carga más para una clientela cansada de cambios que solo redundan en su perjuicio.

D M.

SEUR en Valladolid: una vulneración sistemática de la normativa de entrega de productos IKEA Me veo en la obligación de denunciar públicamente que el servicio de SEUR en Valladolid incumple de forma reiterada las condiciones de entrega que las propias empresas contratantes —como IKEA en este caso— comunican a sus clientes. No es la primera vez que esta empresa entrega paquetes en direcciones distintas a la indicada, sin el consentimiento del destinatario y, lo que es aún más grave, sin requerir la presentación del código QR obligatorio ni la firma del receptor. Hoy, sin ir más lejos, el paquete con número de seguimiento 1553934591, valorado en 136 euros y cuya entrega exigía la presentación del QR por parte del cliente, ha sido depositado en un negocio particular que ni siquiera figura como punto oficial de recogida de SEUR. El transportista, lejos de cumplir con el protocolo, ha actuado con total despreocupación, entregando el paquete sin verificar identidad alguna. El resultado: he tenido que recorrer la zona preguntando, comercio por comercio, si alguien había recibido un paquete a mi nombre. Una situación absolutamente inaceptable. Para colmo, al contactar con SEUR, no solo no han ofrecido disculpas, sino que se han limitado a decir que “ya me llamarán” para informarme de dónde lo han dejado. Una respuesta que evidencia una alarmante falta de profesionalidad y compromiso con el cliente. Lo más preocupante es que empresas de la envergadura de IKEA continúan confiando en operadores logísticos que no respetan la normativa vigente en materia de privacidad y seguridad en las entregas. Esta dejadez no solo pone en riesgo los envíos, sino que erosiona la confianza del consumidor. Afortunadamente, en esta ocasión, la honradez de un tercero ha evitado que el paquete se perdiera definitivamente. Pero no siempre se puede contar con la buena voluntad ajena. La ausencia total de trazabilidad, la falta de comunicación y el desprecio por los procedimientos mínimos de seguridad convierten a SEUR en una de las peores opciones disponibles en el sector de la paquetería. Una auténtica vergüenza. Y una llamada de atención también para IKEA: la calidad de un servicio no termina en el producto, sino en cómo se entrega.

J F.

Tras pagar, si pagar, por recoger mi pedido en sus instalaciones de click and collect, y esperar más de 20 minutos a la puerta, abren la puerta porque llama al timbre otro cliente, les pregunto y me dicen que hay que llamar al telefonillo, ¿Si?, ¿donde lo dice?, servicio pésimo