Es una residencia muy cerca del Paseo de los Tristes que destaca por tener unas instalaciones modernas y acogedoras, no parece una residencia convencional. Ofrece muchos servicios de calidad aparte de profesionales de la salud (médic@s, fisioterapeutas, psicólogos, etc.) y otros extra como el de peluquería, biblioteca, sala de cine, sala de rehabilitación, etc. Las habitaciones están perfectamente equipadas con camas abatibles y baños adaptados y el personal es muy amable. Cada habitación se denomina con el nombre del paciente para hacerles sentir como en casa. Tiene un patio central y una terraza con vistas a la Alhambra, donde hay bancos y muchas macetas.
Encantado con el personal. Muy atento y eso se nota en el ánimo de los usuarios. Las instalaciones están siempre impecables y el trato con la dirección es inmejorable. Después de visitar varias residencias, no puedo estar más satisfecho de habernos decantado por aquella que realmente mira por y para el residente. Gracias equipo.
He tenido a mi tía el último año en esta residencia y ha sido una experiencia muy positiva, es una CASA con mayúsculas, y no solo por el cariño con el que la han tratado en su ultima etapa de vida, desde el primer momento en que pisé esta residencia me atendieron estupendamente!!! Tanto la trabajadora social como la chica joven que está en recepción, hasta el personal que atiende arriba en los salones y habitaciones. Los menús los programan y a veces pueden ir los familiares a compartir este momento con ellos!! Totalmente recomendable!!
Residencia muy conocida y muy bien hablada. Aunque una auténtica vergüenza, mi abuela ha estado en ella y he tenido que sacarla de ahí, no comían nada, estan abandonados, lo que nos vendieron era totalmente lo contrario. Si quieren a sus familiares no los metan aquí. Precio muy elevado, falta de personal médico y de cuidados. Una basura.
Esta mi buena amiga Marisa allí ingresada y es de lujoso el sitio y histórico