Un lugar bastante acogedor, un trato familiar y muy cercano, limpieza por todos sitios, camareros simpáticos y agradables, comida casera y de calidad a muy buen precio, fui de puente y me recomendaron el sitio y sin duda alguna volveré cada vez que pase por allí. Sin duda alguna le doy un 10. Añado fotos de lo que comimos ese día para que veáis la pedazo de cocina que hay.
Llevo llendo desde hace años, precios normales, comida buena y artesanal. El local es un poco viejo pero de ambiente bueno. Tienes que reservar si o si, si no dentro no cenas. Y los horarios podrian mejorar un poco, abren tarde, cierran cuando se va la gente, pero la cocina a las 10:00 aprox esta cerrada
Conforme entramos nos sentaron y nos dieron la "carta" un trozo de cartón maltrecho cubierto con un plástico roto y roñoso que por lo visto es solo esa ... en mi opinión sobra donde está la carta de toda la vida ? , la carta no ofrece nada interesante pizas muy simples y el resto de platos igual , lo peor sin duda el ambiente estas embutidos a codazos casi con los demás y mucho jaleo dentro frente a frente conversando ni nos oíamos... como ya nos sirvieron la bebida nos la tomamos.... sin duda si quiere una buena piza no te compliques y ves a la bona ....no es para comer pero merece la pena
La comida es muy buena, pedí para llevar. Quizás las pizzas son un poco pequeñas... El único inconveniente es que pone que están abiertos y te encuentras con la puerta cerrada muchas veces...
Mi restaurante favorito sin lugar a dudas. Ceno todos los jueves con un amigo, y espero seguir haciéndolo mucho tiempo. Añadir al resto de reseñas: ya se puede pagar con tarjeta; los dos turnos para cenar son sólo los sábados; mejor reservar uno o dos días antes; no tienen servicio a domicilio, pero sí pizzas para llevar, que están espectaculares. Comida, trato y precio no encontrados igual en ningún otro lugar. ¡Y hay Coca-Cola… 😋!