Hemos tenido la suerte de encontrar este lugar. No fue una cena, fue una experiencia. El local es acogedor, bien decorado y quiero hacer especial mención a una exposición de pinturas, que si hubiera podido, me habría llevado a casa completa. Te reciben con una gran sonrisa y se encargan de que escojas muy bien la cena, se preocupan desde el principio de que todo salga bien y eso, es muy dificil de encontrar. Atienden con amor y cocinan con mas amor aun porque los platos... solo has de ver las fotos que dejo... todo estaba delicioso. Calidad y vocacion en un espacio precioso. Y la terraza!! Que sitio! De verdad, si quien lee esto tiene oportunidad de ir, no la pierdas. Por ultimo, agradecer a Julia y Neus su trato, encontramos un trocito de hogar lejos de casa.
Lo mejor que tienen en su carta es el trato al cliente! De verdad que en pocos restaurantes nos han tratado con tanto mimo. Cualquier plato que pidas estará bien porque todo es de primera calidad, la comida no puede estar más rica. En la parte de atrás tienen una terracota muy mona y el ambiente es increíble. Puedes aparcar en la misma calle. Volveré sin duda.
Estuvimos en la terraza, corria un airecito muy bueno, no pasamos nada de calor. El personal super amable, atentos y muy profesionales. La comida toda buenisima, las croquetas son caseras y la pizza y la tarta de queso espectaculares. Las raciones estan bien, con lo que pedimos para 2 nos quedamos saciados. El precio está acorde para la calidad que ofrecen. Con bebidas salimos a 25e por persona. Recomiendo 100% el lugar. Seguro que volvemos.✌️
Llevaba tiempo queriendo probar La Querubina y que grata sorpresa hoy cuando al fin lo probé! La dueña y la camarera un encanto, un trato inmejorable y una calidad del servicio excepcional! Ni hablar de la comida y por supuesto de las pizzas romanas! Nos ha encantado la explicación de su cocina y la pasión con la que lo escribía, así como la historia de la querubina. Todo en si ha sido una experiencia de 10, sin duda lo recomiendo y repetiré!
⭐⭐⭐⭐⭐ ¡Qué experiencia tan increíble en Pizzería La Querubina! Desde el primer momento, Julia y su marido nos hicieron sentir como en casa con su trato cálido y cercano. Su entusiasmo al explicarnos el proceso de elaboración de los platos fue contagioso, especialmente cuando hablaron de su masa artesanal, elaborada con una masa madre heredada de más de 40 años de tradición romana, que llevan perfeccionando en el negocio durante 17-18 años. ¡Ese legado se nota en cada bocado! La comida fue de otro nivel. La ensaladilla rusa, con su sutil toque de ajo, fue un comienzo perfecto, y las alcachofas con foie… ¡una auténtica delicia que nos dejó boquiabiertos! Probamos varias pizzas, tanto blancas como rojas, y destacaron dos por encima del resto: la tartufatta, con su sabor intenso y sofisticado gracias al toque de trufa, y otra completamente distinta, con una combinación única de miel y dátiles que jugaba magistralmente con el contraste dulce-salado. Cada una brilló por su personalidad propia. Los postres caseros, como el tiramisú y la tarta muerte por chocolate, redondearon una experiencia gastronómica espectacular. Guadassuar, el tranquilo y encantador pueblo donde se encuentra La Querubina, es ideal para disfrutar de una cena en las cálidas noches de verano, y está a un paso de zonas turísticas de playa como Cullera. La pasión, el cuidado y las ganas de Julia y su equipo por ofrecer algo especial se sienten en cada detalle. ¡Gracias por una velada inolvidable! Volveremos sin duda.