Fashionable venue with a terrace offering Spanish meals with a global twist, plus wine & cocktails.
Fuimos a celebrar un cumpleaños con reserva previa y la experiencia no pudo ser mejor. El restaurante es precioso, lleno de detalles que crean un ambiente muy especial y acogedor. Para empezar, pedimos croquetas: cremosas, de sabor intenso y con una textura perfecta. Después, probamos el famoso cachopo que tanto recomiendan, y la verdad es que está realmente delicioso, jugoso y bien equilibrado. El postre fue una auténtica sorpresa: elaborado con lima y petazeta, refrescante, divertido y explosivo en boca, el broche ideal para terminar la comida con una sonrisa. El servicio fue muy atento en todo momento. Sin duda, repetiremos. Lo recomiendo totalmente para quienes buscan buena cocina y un lugar bonito donde celebrar. 💡 ¿Sabías que el petazeta fue creado por error en 1956 cuando un químico de una empresa americana intentaba diseñar un nuevo tipo de chicle? Al mezclar el azúcar con dióxido de carbono a alta presión, nació esta chispeante sorpresa que explotó —literalmente— en la historia de los dulces. ✨ #ComiendoConAndrea
al salón no le falta detalle, buen gusto en la decoración y música agradable. personal muy amable y muy buena información en tema vinos en cuanto a la comida, o no supimos elegir bien, o no era lo que esperábamos, por ejemplo, el wōk imposible de comer: era azúcar azúcar…
Muy buen servicio, rápido profesional y amable. La comida extraordinaria. Fusión en la carta y en los sabores. Me ha encantado el tartar de atún marinado y los raviolis de rabo de toro De postre torrija con crema caramelizada ya que es Semana Santa. Situado en muy buen sitio en la Acera Recoletos, un lugar muy recomendable.
Excelente elección tanto si se busca platos tradicionales como cocina más de vanguardia (e.g.: yo pedí el pincho de atún rojo, croquetas y las chuletillas de lechazo). El servicio muy rápido, atento y profesional. Un sitio para repetir.
Pues por partes: La comida es muy buena. Todo lo que comimos estaba riquísimo. En cuanto al servicio, dos puntualizaciones - los camareros son muy amables - a los camareros les falta formación. No saben que un buen vino tinto se sirve en otras copas distintas a la de la cerveza. Tampoco saben que no se necesita hielera en este caso. El vino venía de por sí bastante frío. Si se recoge un plato de ostras hay que llevarse el plato entero, no las conchas en una mano y el plato en otra, hay que cambiar los cubiertos tras recoger el primer plato... Todas estas cosas son de primero de ser camarero en un restaurante bueno y caro como este. Daré otra oportunidad a este sitio por su deliciosa comida, y espero que ese día no ocurra nada parecido a lo que he explicado hoy. Felicidades al cociner@