Las habitaciones son 0 insonorizadas y hay demasiada gente. Fue imposible dormir, entre ronquidos y los montajes del Rastro… eso sí, la ubicación es ideal. A 4 minutos de la boca de metro de la Puerta de Toledo y con el Rastro al salir por la puerta.
Terrible, las habitaciones no tienen insonorización y se escucha todo de afuera y adentro, la limpieza del baño es bastante mala, la cama es incómoda y sucia, cuando intenté pedir una devolución de dos de las tres noches me dijeron que tenía que mandar un correo el cual nunca respondieron. Lo único rescatable es la ubicación y el staff que fue amable, pero de resto es terrible, no lo recomiendo.
La ubicación es muy buena y el trato con el personal muy correcta. El problema son las habitaciones que no hay ventilación alguna y huele mal, ambiente cargado. Que conste que no tuve ningún problema y me encontré con gente educada pero la mayoría de las personas con las que conviví eran gente sin recursos que de alguna manera acaban ahí. Apenas hay distancia entre las literas y el baño estaba sucio, descuidado.
Leandro y su acento argentino le dan vida al hostel. Su voz tiene ese tono cálido y cercano que hace que todos se sientan bienvenidos. Cada "che" y cada risa crean un ambiente familiar, donde los huéspedes se sienten como en casa. Su manera de hablar no es solo un sonido, es parte de la experiencia, haciendo que cada conversación sea amena y llena de buena energía.
Me pareció un lugar bastante limpio para ser hostel los chicos anotan al horario que pasaron a limpiar los baños, el desayuno no es super completo pero está bien para el precio, cuentan con lockers y candados si no trajiste el tuyo (claro que debes pagar) el personal es amable. En la cocina tienes disponible microondas, pava eléctrica cubiertos platos y tazas también si quieres hacerte un té o café. La ubicación también es buena. Buena relación precio calidad.