Mi abuela estuvo aquí hasta que nos dejó. Solo puedo tener buenas palabras de la Residencia y agradecimiento hacia su personal. El trato del personal y de las hermanas es muy familiar y cálido. Conocen a cada persona a la que cuidan, sus circunstancias y familiares, ayudan y se preocupan mucho. Localizada en el centro del pueblo, permite a los residentes vivir integrados
Residencia atendida por la parroquia. Trato inmejorable a los mayores.
Residencia muy personal. Forman una familia.
Agradable para nuestros mallores
Parece un hotel ,buena recepcion