El lugar es concurrido, con buen ambiente, decoración y música tranqui/buen rollera. Tiene juegos de mesa variados, patio exterior con varios rincones y fuentes y sus batidos de chocolate son lo más!! El camarero es muy majo, siempre con una sonrisa y recomendaciones de juegos. Pueden ir niños, hay un escalón en la entrada... Un rincón mágico y singular en medio de la ciudad!
Fuimos un viernes a las 17:00, hora de apertura según el propio cartel de la puerta, y estaba cerrado. Estuvimos esperando casi media hora con más gente en la puerta hasta que un vecino del edificio nos dijo que el propietario abre cuando le da la gana. Cambiamos de planes y volvimos a pasar dos horas después, cuando ya había abierto. Lo que más nos gustó fue la terraza exterior.
Un sitio emblemático de Zaragoza, toda la decoración es original de la familia Pamplona Escudero, el dueño es muy majo y muy amable, empecé a hablar con él por la decoración del bar y me explicó toda la historia. Cada detalle está muy cuidado, tiene juegos de mesa, cargadores para móviles, filtros en las bombillas para que la luz sea agradable... Además el bar está dividido en tres espacios, en todos se está muy agusto, la terraza es fresquita, la zona chill out es comodísima y tiene ventiladores, el interior es maravilloso y muy acogedor, por la luz, la decoración y la música. Muy muy recomendable para tomar algo y estar un rato tranquilito.
Está genial para una cerveza. También he visto que tienen mojitos aunque no los he probado. No he visto que ofrezcan comida. Tienen juegos. Ideal para pasar la tarde jugando a algo con unas cervecitas.
Un buen lugar con un ambiente muy agradable, una terraza interna que es difícil de ver en otros lugares de Zaragoza y con posibilidad de jugar a juegos de mesa dentro. Muy recomendable