Bar la Tranca

A S.

Bar malagueño de los que ya no quedan. Ambiente increíble, muy auténtico y con mucho arte. La comida buenísima, todo lo que probamos estaba espectacular y para rematar, la atención fue de diez: la camarera majísima, atenta y simpática, hizo que la experiencia fuera aún mejor. Sin duda, un sitio para repetir y recomendar.

B R.

Si hay un lugar que encapsula la esencia de la vida malagueña, ese es el Bar La Tranca. Ubicado en la céntrica Calle Carreterías, 92, no es solo un bar de tapas, es una experiencia vibrante y ruidosa que te atrapa desde el momento en que cruzas la puerta. La comida en La Tranca es bastante buena para tapear. Sus tapas son la definición de la cocina casera y tradicional, pero con un toque que las hace inolvidables. La ensaladilla rusa es de esas que te recuerdan a la de tu abuela, cremosa y llena de sabor. Las empanadas de pollo y setas son una auténtica joya al igual que las de queso y cebolla, con una masa crujiente y un relleno jugoso que te hace pedir otra sin pensarlo. Y si buscas algo un poco diferente, la tapa de aguacate relleno. Cada plato es un bocado de autenticidad que demuestra el porqué este bar es tan querido. Y no te puedes ir sin probar su famoso Vermut. El Ambiente: Un Estallido de Folklore y Alegría Prepárate para un auténtico torbellino de sensaciones. El ambiente en La Tranca es lo que lo hace realmente especial. La música, normalmente folklore español y canciones populares, llena cada rincón del local. Es muy común ver a los clientes, tanto locales como turistas, cantando y bailando al ritmo de la música. Es un bar que invita a la espontaneidad y a la alegría. Y sí, si te molesta la cercanía o la falta de espacio, quizás no sea tu lugar. El local está siempre lleno, a rebosar. Encontrar un hueco en la barra o una mesa es una odisea que requiere paciencia. La Tranca es ruidosa, caótica y un poco agobiante, pero esa misma energía es lo que lo convierte en un bar con un carácter inigualable. Es el punto de encuentro perfecto para los "guiris", los extranjeros que buscan un pedazo de la auténtica cultura española, y para los malagueños que quieren disfrutar de un rato entretenido en un ambiente inmejorable. Y a pesar de lo caótico y lleno que está siempre, el servicio es increíble. Los camareros son atentos, rápidos y están siempre pendientes de que no te falte nada, una hazaña digna de admirar en un lugar con tanta gente. Además, hay una curiosidad que te transporta a otra época: las cuentas se hacen como antaño, escritas con tiza en la misma barra. Es un detalle que suma personalidad y encanto a la experiencia. En definitiva, si estás en Málaga, La Tranca es una parada obligatoria. Es el lugar ideal para vivir una noche inolvidable, comer unas tapas deliciosas y sentir en primera persona el corazón de la ciudad. Solo déjate llevar por la música y el ambiente, y no te arrepentirás.

g m.

Bar típico malagueño que siempre está lleno y es complicado encontrar una mesa e incluso entrar de la gente que hay. Pero merece la pena, tiene un ambiente increíble, con caña y tapas baratas y de fondo música clásica española. Por unos 40€ hemos comido y bebido 4 personas. Hemos probado las albóndigas con tomate, albóndigas en salsa de almendras, ensaladilla rusa, y empanadillas de carne, pollo y setas y otra de quesos. Todo muy rico. Las fotos son de medias raciones por 5-6€ cada una.

M V.

Un lugar INCREIBE!!! Un ambiente impresionante, el camarero canta en directo, la comida muy rica y todo genial. Nos lo ha recomendado nuestra guía del freetour y ha sido todo un acierto. Recomendable 1000x1000.

J

Sitio de tapas con mucho ambiente (no recomendado si quieres conversar). Las migas, nada mal y el resto bien, sin más. Hay que ir temprano para poder coger sitio.