Cuando me apunté al Curso de Formación en Coaching Sistémico no tenía ni idea de lo interesante, profundo y mágico que sería. Tanto por la propia escuela y docentes, como Juan y José Manuel, como por el equipo, y los observadores, a destacar Ana y Fran, y todos los compañeros/as con los que tuve la suerte de compartir este viaje. Ha sido emocionante, retador y muy enriquecedor. Volvería a repetir y me he quedado con ganas de más! Gracias @CEC y compañeros por tan maravilloso viaje sistémico!
Mucho mas que una formación!! La formación en coaching sistémico es experimentar de primera mano lo complejo de lo sistémico, abrir la mirada, aprender a dar lugar a todo lo que hubo, hay y habrá sin juzgar, agradecer que pertenecemos a muchos sistemas y que todos ellos son una invitación para honrar, aceptar, crecer, dar y recibir. Gracias Jose Manuel, Juan, por mostrarnos cómo comenzar a caminar en lo sistémico, para poder ofrecer a otras personas un acompañamiento mucho más profundo. Gracias Fran y Ana por vuestro apoyo incondicional. Gracias a todos los compañeros de formación
Fue mucho más de lo que esperaba!! Todos los profesores saben mucho, son muy cercanos y didácticos. Está todo muy organizado y te acompañan en todo momento. Lo súper recomiendo!!!
Hice la formación sobre el Eneagrama en el fin de semana en el Escorial y tengo que decir que ha sido un privilegio vivir con vosotros esta experiencia, no sólo por el contenido sino por la manera en que lo trasmitís todos y cada uno del equipo que formáis. Gracias
La escuela del CEC tiene detalles que le hacen única. Los fundadores, coaches muy reconocidos, han elaborado un programa de coaching integrativo muy potente, en el que comparten todo su conocimiento y experiencia, que es extensa y profunda. Pero! además, ellos también imparten los cursos. Te conocen. Son muy buenos como docentes, junto a un equipo especializado en los distintos cursos de la escuela, y que comparten los mismos valores y dedicación al alumno. Su propósito, honestidad, coherencia, el cuidado con el que hacen las cosas, facilita un ambiente casi familiar, propicio para aprender y crecer. Esta es la sensación de satisfacción que compartimos la mayoría de los alumnos de la escuela.