El sitio es muy acogedor, pequeño, pero las mesas bien repartidas, lo único que estábamos al lado de la puerta que estaba constantemente abriendo y cerrándose y entraba bastante frío. La comida muy buena, pedimos fritura de pescado, ensaladilla rusa y pulpo a la gallega. No es de los mejores sitios que he comido pescado pero la calidad era muy buena, las raciones no son muy grandes por el precio que tiene y se nota. Tuvimos un pequeño inconveniente, cuando nos cobraron por un tinto de verano 4€ por echarle un chorreón de vermú que nos lo han cobrado como tal, cuando solo tenía un poquito, pero bueno, por lo demás todo bien, servicio de camareros bueno, el encargado un poco borde que para estar de cara al público regular.
Tenía muchas ganas de ir a este sitio, me llamaba mucho la atención. El servicio y la atención es muy bueno, un ambiente tranquilo en la terraza, con estufas que en estos días se agradece. La comida esta buena,pedimos Coquinas aquí pincharon un poco, por eso no están las 5 estrellas (tenían demasiada arenilla) algo a tener en cuenta en cocina, ya que se pagan bien, calabaza con ajos y huevos fritos (fuera de carta) nos sorprendió con ese toque a vinagre, muy bueno y media fritura bien servida, el adobo del cazón no era de mi agrado, por lo demás genial. BUENA CANTIDAD EN LAS RACIONES. Buen lugar para tomar unas tapas (el arroz esta muy bueno) y tomar alguna ración. Recomendable, volvería a ir
Restaurante de buen pescado y precios adecuados. El personal muy amable en todo momento y en general, la calidad estupenda. Volveremos sin duda!
Ambiente tranquilo, el personal muy rápido y buena relación calidad/precio. Las tapas, también muy apañadas. De la primera, boquerones, no me dio tiempo a hacer foto. Para 4 adultos: fritura de pescado, coquinas y tomate con melva. La parrillada de verduras la vimos pasar para otra mesa...y la pediremos la próxima vez que vayamos porque tenía muy buena pinta.
Muy mala experiencia. El camarero nos ofreció unas chirlas como si fueran una delicia de temporada, diciendo que quedaban pocas. La realidad: estaban pasadas, con mal olor y sabor, claramente en mal estado. No pudimos comerlas. Lo peor es que, a pesar de ver que el plato quedó intacto, nadie se molestó en preguntar si había algún problema. Ni una disculpa, ni un gesto, ni interés en el cliente. Nos sentimos engañados. No volvemos, y no lo recomendamos. Un restaurante que no cuida la calidad ni es honesto con lo que sirve, pierde toda credibilidad.