M M.
Quiero felicitar al equipo de ITA La Cañada por su excelente labor profesional. Es evidente el cuidado con el que se diseñan las intervenciones terapéuticas y la atención individualizada que brindan a cada paciente. En un ámbito tan delicado como la salud mental, resulta fundamental contar con centros como este, donde la vocación, la ética y la profesionalidad van de la mano.
J
Como ex paciente de el centro, creo que este sitio ayuda a nivel personal y terapéutico, hay cosas que podrían se mejores para el funcionamiento,como el personal de planta ya que en situación se requiere más personal pero aún así ellos intentan hacer todo por nosotros hasta donde pueden y se les permite al igual que cocina que intentan hacer lo que más nos guste dentro de lo que tienen;el centro carece de espacio ya que podría ser más grande pero para conseguir eso deberíamos no romper el mobiliario,al igual que nos quejamos de las instalaciones y luego somos nosotros quien las rompemos ,para que el centro mejore deberíamos mejorar todos y no solo ellos ; esto no es una experiencia recomendable pero si la necesitas te van a ayudar lo mejor que pueden pero sobretodo si tú quieres mejorar . Gracias por todo.
M L.
Mi hija ha pasado 10 meses en ITA La Cañada. He puesto 3 estrellas porque al centro le falta zona ajardinada donde los jóvenes puedan disfrutar del aire libre, hacer ejercicio y desconectar bajo la luz del sol. Además, la comida no es buena. En cuanto al trabajo que han realizado con ella, pues qué voy a decir: que sin todo el equipo no habríamos podido salir del pozo donde estábamos. Han hecho un trabajo fantástico con mi hija. Su terapeuta, Pepa, es un encanto y le ha sabido llevar muy bien. Estamos muy agradecidos. También agradecemos a Carmen las herramientas que nos ha proporcionado en las reuniones online, y en general a todo el equipo de profesionales que han atendido y cuidado de mi hija: MªJosé, Paula, Alba, Javi, Mª Carmen, Lorena, Patricia, Melanie, Ethan, Pau, Kata, Nour, Jose, Luis, Euse, Marta, Sandras, Miguel y Pepi. Muchas gracias a todos. "¡Pepa, cógeme!”😜
P
Solo puedo dar las gracias a todo el equipo de ITA la Cañada. Mi hija ha estado ingresada allí 10 meses y no puedo más que sentir un enorme agradecimiento por como nos han tratado y han tratado a nuestra hija. Siempre disponibles y dando lo mejor de ellos mismos. Todavía nos queda un largo camino por delante pero sin su ayuda no hubiese sido posible iniciarlo. Siempre en nuestros corazones ❤️
A
Fui paciente durante casi cinco meses en ITA La Cañada hasta que me dieron el alta terapéutica. Me gustaría compartir mi experiencia de manera honesta y con respeto, esperando que sirva para mejorar el centro. El equipo de monitores, que son quienes están con los pacientes la mayor parte del tiempo, es insuficiente. Un solo monitor por grupo resulta escaso, ya que no estamos en un instituto con alumnos sin necesidades especiales, sino en un centro con adolescentes que requieren muchísimo apoyo constante. En muchas ocasiones, si un paciente necesitaba ayuda, el monitor tenía que dejar de atender al resto o, simplemente, no podía atenderle. Esto dificultaba la regulación emocional de quienes aún no tenían las herramientas suficientes para hacerlo por sí mismos. Debido a la falta de personal, otros trabajadores (como enfermeras, personal de mantenimiento, terapeutas, cocineras e incluso pacientes) han tenido que asumir tareas que no les correspondían, como vigilar o contener a los pacientes. Considero que sería beneficioso contar con más personal especializado para mejorar la calidad del acompañamiento. En cuanto al trato, noté que muchos de los profesionales carecían de la empatía necesaria para trabajar en un centro de estas características. Y ya no solo de empatía, sino también profesionalidad y muchísimo respeto. También observé cierta diferencia en el trato entre los distintos grupos (Inter y exter). Por ejemplo, había más flexibilidad con algunos, lo que generaba un sentimiento de desigualdad. Las instalaciones necesitan mejoras urgentes. Durante mi estancia, el aire acondicionado estuvo averiado durante meses, lo que hizo que en verano las salas fueran insoportablemente calurosas y, en invierno, las habitaciones parecieran un congelador, ya que el aire frío se encendía de manera inesperada durante la noche. En cuanto a la alimentación, considero que la calidad y la variedad deberían mejorarse. No solo muchos pacientes la encontraban poco apetecible, sino que tampoco estaba bien organizada nutricionalmente. Si se espera que los pacientes coman todo el menú, sería ideal que empezaran a mejorarlo. Otro aspecto a mejorar es la inversión en el propio centro. En la sala de Inter, por ejemplo, llevábamos meses sin televisión porque no se reponía tras haberse estropeado. Para ver películas, dependíamos de la tablet de algún paciente. Uno de los puntos fuertes del centro son las terapias individuales y grupales, que realmente aportan herramientas útiles. Sin embargo, las terapeutas tienen una carga de trabajo muy alta, ya que además de atender a los pacientes, deben gestionar permisos, coordinarse entre ellas, atender a las familias y organizar talleres. Contar con más personal en este ámbito mejoraría la atención. A pesar de las dificultades, hubo profesionales que hicieron que mi estancia fuera más llevadera. Quiero destacar a Lluna y Marien, exmonitoras con una calidad humana excepcional, a mi antigua terapeuta, una gran profesional y persona, y a Melanie, era la pedagoga cuando yo estaba, quien se encargaba de toda la parte académica y merecía mucho más reconocimiento por su esfuerzo. Considero que la estancia en este centro podría cambiar radicalmente si empezaran a empatizar y a preocuparse por el bienestar de sus pacientes, eso sería genial ya no solo para los propios pacientes, sino para vosotros mismos ya que os ahorraríais tener que escribiros vosotros mismos reseñas a vuestro centro para mejorar la puntuación y dar una mejor imagen, pero ¿a quien pretendéis engañar?Es importante que se escuchen las experiencias de los pacientes y se tanga en cuenta sus opiniones, ya que son quien han vivido el día a día en el centro. Por último, me atrevería a decir públicamente que en el centro se ha llegado a torturar a los pacientes, de unas maneras u otras, pero las medidas están tan normalizadas que ya les parece hasta bien. Mi intención con esta reseña no es perjudicar a nadie, sino aportar una visión sincera con la esperanza de que se tomen medidas para cambios de manera urgente. Gracias.