Hemos estado un grupo de matrimonios y sacerdotes de Encuentro Matrimonial durante todo el fin de semana desde el viernes hasta el domingo. Sólo puedo decir cosas buenas de esta casa y de Pedro y Lillian (o Lila como se deja llamar) que es el matrimonio que se encarga del lugar. Las instalaciones muy limpias. Se ve todo muy nuevo y cuidado. Las habitaciones grandes y luminosas el baño y la ducha amplios. El tema de accesibilidad también muy bien, con ascensor a las plantas altas. La sala que hemos usado para la convención perfectamente preparada, con todos los medios técnicos necesarios (proyector, pantalla, sistema de sonido con dos micrófonos fijos y al menos uno inalámbrico) y lo más importante con Pedro que estaba pendiente de cada detalle que pudiéramos necesitar. La comida excelente, Lillian se encarga de la cocina y estaba muy pendiente de que todo estuviese perfecto (por cierto el café de lo mejor que he tomado hasta ahora en una casa de estas características) La casa dispone también de una capilla muy bonita aunque es algo pequeña dispone de espacio para tal vez 30-40 personas en condiciones pre-pandemia. Pero para mí lo mejor la atención, la sencillez y la alegría de Pedro y Lilian que han hecho que la estancia fuese más agradable. El precio está dentro de lo esperado en una de estas casas, tal vez algo más económico que lo que actualmente están pidiendo en otros sitios. El coste de la casa incluyendo desayuno, comida y cena a nosotros nos salió a 45€ por persona y día. Lo único, es avisar a aquellos que no conozcan la casa, que para llegar hay que pasar a través de una especie de parking, no penséis que os habéis confundido.Hay que entrar en este parking y a la izquierda al fondo está la puerta que da la entrada al camino que lleva a la casa. Esperamos repetir experiencia en esta casa.
Residencia multiusos con muchas habitaciones (casi todas de 3 camas donde sobraría una y se quedaría muy espaciosa) y salas de reuniones. En una de las entradas a Guadalajara, mucha zona ajardinada y muy bien cuidada. La comida algo floja, pero el personal de cocina y comedor amabilísimo. Si tuvieran una máquina de café y una cama menos en las habitaciones, les pondría aun mas puntuación sin duda.
Instalaciones impecables. Muy buena comida. Pedro y Lilian pendientes de todos los detalles y con un trato excelente. La sala de conferencias cuenta con todos los medios técnicos. Entorno tranquilo. Hasta tuvimos la visita sorpresa de un gamo. Esta casa ha sido todo un descubrimiento.
Lugar retirado, apto para la oración y el retiro. Habitaciones reformadas. La capilla es un poco pequeña, comedor y sala muy amplias. Jardín grande. Lila, la cocinera, una maravilla de persona, que cuida la casa junto con su esposo. Recomendable
Estuve hace aproximadamente un mes. El trato muy cercano y sencillo, Encarni y el resto están pendientes de todo. El edificio es moderno y nuevo, mucha limpieza y orden. Tienen una capilla muy pequeña y acogedora. La comida es correcta.