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No comimos ahí. Pero me gustaría destacar estas dos fotos que igual reflejan el bar. Nos sirvieron una patatas fritas de tapa y al levantar la servilleta… deja mucho de desear. Espero que vean esto a modo constructivo y cambien estas cestas o que las laven. Falta atención…
L M.
Ayer, día 25/06/25, tomamos algo en la terraza de Casa Fulana.Yo pedí una ensalada César, mi hijo unas croquetas (bien pero 5 unidades casi 11€) y mi marido unos fingers de pollo (secos, secos). Intenté "mezclar" la ensalada porque parecía muy seca y era casi imposible. Pedí un poco de salsa y el camarero, muy amable por cierto, me la trajo. Le puse la salsa y, aún así, estaba seca. Y cómo no lo iba a estar si eran 3 hojas de lechuga, un trozo de pollo como el de mi marido, en trocitos, sequísimo y ATENCIÓN 63 CRUTONS (PANECILLOS)!!!!. Los tuve que sacar (ver fotos) porque no era comestible y la "supuesta" ensalada César se quedó en lo que veis en otra foto. Se lo comentamos al camarero, lo comentó pero, aún así, nos la cobraron. ENSALADA DE PAN 14€ SEÑORES. Por cierto, la ensalada sólo ocupaba lo hondo del plato. Qué nadie piense que era todo el plato. No. Por cierto, los señores que estaban al lado nuestro devolvieron unas alcachofas porque les dijeron que eran naturales y no lo eran. Eran de lata. Una vergüenza la verdad. NO VOLVEREMOS MÁS
R L.
Sólo he venido dos veces a este sitio y la primera vez que vine nos pusieron bebidas de más en la cuenta y se lo dijimos al camarero y entendimos que era un error que le puede pasar a todo el mundo. Ayer nos volvieron hacer lo mismo, pero nos dimos cuenta cuando ya nos habíamos ido. El sitio la verdad es que no está mal pero viven de intentar estafar a los clientes. Nunca más voy a volver.
E
Había una cucaracha en la mesa y, aunque la quitaron, no limpiaron la superficie después. Además, una camarera nos habló de forma borde y, cuando le pedimos algo para picar con las bebidas, nos dejó la carta de mala manera y se quejó, presionándonos para que pidiéramos una ensaladilla rusa que no queríamos. Más tarde, otro camarero vino a tomarnos nota de nuevo e insistió varias veces con la ensaladilla porque su compañera le había dicho que queríamos pedirla, cuando no era así. Solo pedimos algo sencillo para acompañar la bebida, no que nos forzaran a pedir un plato que no nos gusta. Por lo demás, el trato con otro de los camareros fue amable y correcto.
P R.
Ideal para compartir con amigos. El ambiente muy copado y las albóndigas como las de mi mamá! Volveré