Trabajo en Seniors El Mas y estoy muy contenta de formar parte de este centro. Aquí se trabaja con profesionalidad y en equipo: médico, enfermería, auxiliares, dirección, psicología, trabajadora social, lavandería, mantenimiento, limpieza y cocina, todos aportamos lo mejor para cuidar a los residentes. El trato es cercano y respetuoso, y se nota el cariño en el día a día. Además, el centro está en una zona residencial muy tranquila, rodeado de naturaleza, con espacios al aire libre donde los residentes pueden pasear y relajarse. Es un lugar donde se trabaja con vocación y donde las personas mayores están bien atendidas y acompañadas.
Mi madre es totalmente dependiente y lleva 6 años en la residencia. Hasta hace 1 año todo funcionaba perfectamente (comidas, atención, aseo...). Aparentemente, la dirección cambió hace un tiempo y ha habido sucesivos cambios de personal, donde parece que muchos no saben lo que necesita una persona totalmente dependiente. Desde entonces me da la sensación de que mi madre ha pasado a ser solo un número: la sacan de la habitación sin dentadura durante todo el dia, pierden sus objetos personales, la visten con ropa que no es suya (estando su ropa etiquetada), descuidan su aseo una vez sale de la habitación, no la visita el médico cuando tiene claros síntomas gripales y avisamos de ello... Parece que hay recortes en todo menos en lo que nos cobran cada mes... Es una lástima cuando algo que funciona bien cambia, sobretodo cuando de ello depende el bienestar de nuestros mayores que no pueden defenderse y que deberían de ser nuestra prioridad. Buscaremos alternativas ya que parece que no hay manera de que esto vaya a mejor.
Mi madre por desgracia estuvo muy poco tiempo pero el suficiente para valorar, trato exquisito por parte de todo el personal a los residentes, limpieza en todo momento de la persona y de las instalaciones, alimentación con esmero, el jardín maravilloso para todos los residentes y familiares, información en todo momento presencial y telefónica, y lo fundamental en nuestro caso fue la atención nocturna, velan y cuidan a los usuarios por la noche al igual que por el día. Mi madre fue tratada como una señora. No lo olvidaré jamás.
Mi abuela lleva unos meses en la residencia y estamos encantados. Desde el primer día la dirección nos recibió de maravilla y todas las trabajadoras son encantadoras. Podemos decir que los miedos iniciales que teníamos al dar el paso, se fueron al saber que está en las mejores manos.
Hace meses tomamos la decisión de ingresar a mi tía en la residencia, no sabíamos si estábamos tomando la decisión correcta, pero hoy puedo asegurar que han pasado el periodo de prueba con creces. Desde el trámite de las ayudas con la trabajadora social, pasando por la atención tan amable de la dirección y terminando en el amor con el que es tratada por todo su equipo. Volveríamos a elegirla una y mil veces.