Tu&me Resort

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Está saliendo de la zona del puerto de Gandía, pero tan cerca que se puede ir andando desde el hotel. También está cerca del acceso a la autovía, tiene buen aparcamiento y cuenta con dos puntos de carga para EVs gratuitos por el hotel. El complejo está muy bien, con una buena piscina y zonas ajardinadas. Las habitaciones están bien y cuentan con aire acondicionado. El servicio de habitaciones pasa todos los días, lo cual hace que todo esté limpio y cuidado. La zona de restauración está bien, con un modesto buffet libre. Es un hotel tranquilo y agradable.

M B.

El hotel se encuentra en plena naturaleza, rodeado de campos y a dos minutos de la marjal de gandia andando, un lugar explendido para pasear y desconectar. Està muy bien para desconectar un par de días. Puedes llegar a la playa andando que està a unos 35-40 minutos, en coche se encuentra a 5 minutos de la playa y a 10 del pueblo. Lo único que no me gustó es que acepta mascotas y en mi habitación en el cojín pequeño habían açgunos restos de pelos de perro. Por todo lo demás el sitio es maravilloso.Todas las habitaciones tienen balcón con vistas al jardín.

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✨ Tu&Me Resort: el paraíso secreto que Gandía esconde como un tesoro ✨ Desde que cruzamos la entrada del Resort Tu&Me, sentimos que habíamos salido del mundo. Es como si alguien hubiera robado un pedazo de paraíso y lo hubiera escondido cuidadosamente en un rincón de Gandía. Pero no, esto no es Gandía. Esto es otra dimensión. Aquí el tiempo se diluye, los sentidos se despiertan y el alma respira. Nos alojamos en una habitación Superior que, por precio y experiencia, roza el milagro. Moderna, coqueta, cómoda, con esa mezcla perfecta entre relax y sensualidad que solo un lugar con magia puede ofrecer. Si algo echamos en falta fue una neverita pequeña, ideal para tener el agua fresca o conservar aquella media botella de vino 4 Rayas que nos acompañó en la cena… y nos sobró. La llevamos de vuelta a casa caliente, pero el recuerdo de ese brindis quedó intacto. Milagros, la recepcionista, es puro cariño hecho persona. Pedimos dos almohadas extra y no solo nos atendió al instante: lo hizo con una sonrisa tan sincera que uno no puede más que sentirse mimado, escuchado… bienvenido de verdad. 💡 Pequeña sugerencia que marcaría la diferencia: incluir cepillos de dientes desechables. A veces uno llega cansado, con ganas de dejarse caer en la cama y dejar el mundo afuera… y el detalle de un cepillo olvidado puede enturbiar ese primer suspiro. Tenerlo ahí, listo, sería como decir: “no te preocupes por nada… ya lo hemos pensado todo por ti”. En cuanto a las ventanas, un par no cerraban del todo bien. La de la entrada estaba protegida con rejas, pero la de la habitación se quedaba solo con una mosquitera. Fue un detalle que notamos ya de noche, tras el check-in, y aunque no empañó la experiencia, sí suma como aspecto a mejorar. Pero hablemos del alma del lugar: su gente. En el bar de tarde-noche, Sergio y su compañero nos trataron como si nos conocieran de siempre. Cercanos, simpáticos, atentos… Nos hicieron sentir en casa, pero en una casa súper bien decorada. La hamburguesa del Chef fue una locura. Carne jugosa, punto perfecto, sabor que se queda en la memoria. ¡Altamente recomendada! El desayuno nos sorprendió: mucha variedad, cero comida recalentada y un mimo constante por parte de Melany y Ale, que no solo hacen una labor fundamental, sino que contagian alegría. Y las instalaciones… madre mía. La piscina, los columpios, las luces que transforman la noche en un rincón sacado de un sueño, los baños de la piscina (¡hasta los baños son preciosos!). Cada rincón está cuidado con un gusto exquisito. Cuanto más tiempo pasas allí, más detalles ves… y más te atrapa. Gracias infinitas a la familia Berenguer Faus por crear este santuario de placer, belleza y desconexión. Han hecho más que construir un resort: han materializado un deseo que muchos no sabíamos que teníamos. 🌟 Bendito Wonder. Bendito Tu&Me. Un acierto rotundo. Un sitio al que se llega por curiosidad… y del que uno no quiere salir jamás.

J D.

No recomiendo este hotel en absoluto Nuestra experiencia fue muy negativa y no volveríamos a alojarnos aquí. El hotel muestra un claro estado de abandono y dejadez en prácticamente todos los aspectos. Lo peor ocurrió una de las noches de nuestra estancia, cuando se fue la luz en todo el hotel. Estuvimos más de 7 horas sin electricidad, lo que supuso no poder cargar móviles ni otros dispositivos, ni usar el aire acondicionado en pleno calor. Para colmo, el cuadro de luces de la habitación hacía un ruido constante y molesto, impidiendo el descanso. Intentamos contactar con recepción varias veces y no nos ofrecieron ninguna solución. Al poner una reclamación, se limitaron a culpar a Iberdrola, sin asumir ninguna responsabilidad ni ofrecer una compensación por las molestias. Además, había mosquitos en la habitación, lo que empeoró aún más la experiencia. En resumen: un servicio deficiente, instalaciones mal cuidadas y una gestión que deja mucho que desear. No lo recomiendo para nada.

O R.

Cada verano vamos al menos una vez porque es un lugar maravilloso para descansar y disfrutar. Las habitaciones muy bien y esta vez nos hemos encontrado con el baño remodelado, así que las duchas ahora son mucho más cómodas y agradables. Nuevamente hemos coincidido con la noche de música en directo y la hemos pasado muy bien. Es un gusto volver cada vez que podemos.