llevamos a nuestro gato a la peluqueria ya que aqui pueden sedarlo, han podido deslanar y desenredar sin cortarle el pelo que es lo que queriamos, el gato ha quedado muy suave y limpio y estamos muy contentos, gracias!
Primera revisión de nuestra perra, una chihuahua adoptada. La consulta, si puede llamarse así, duró escasos cinco minutos. No se siguió el protocolo básico que debería aplicarse en una primera revisión veterinaria, especialmente tratándose de una perra recién llegada a una nueva casa, sin historial médico conocido. No se le revisaron los ojos, ni los oídos, ni la cavidad bucal (a pesar de que comentamos que sospechábamos que le faltaban piezas dentales). Tampoco se le auscultó el corazón ni los pulmones, no se palpó el abdomen, ni se evaluaron sus extremidades o articulaciones. La veterinaria, Alba, afirmó que no le faltaban dientes, que simplemente eran pequeños. Al no quedar conformes, decidimos acudir a una segunda clínica veterinaria, donde sí realizaron una revisión completa: • Se exploraron los ojos con oftalmoscopio. • Se examinó el canal auditivo. • Se auscultaron corazón y pulmones. • Se palpó el abdomen, detectándose dos pequeñas masas. • Se revisaron las extremidades anteriores y posteriores, diagnosticándose una luxación bilateral de rótula de bajo grado. • Se confirmó que, efectivamente, faltaban dos piezas dentales. • Se realizó una anamnesis rigurosa, como corresponde a la práctica veterinaria. Tras esta experiencia, llamamos a la clínica para hablar con Alba, la veterinaria, y preguntar por qué no se había realizado un examen clínico completo. Su respuesta fue que “tienen mucho trabajo” y que quizá “la revisión no se hizo como nosotras esperábamos”. Quiero dejar algo claro: esto no tiene que ver con expectativas personales. Tiene que ver con lo que se debe hacer como profesional ante un paciente desconocido, sin historial, adoptado y en su primera visita. Se trata de aplicar un criterio clínico riguroso y ético, no de hacer consultas exprés que omiten información médica relevante. Lamentablemente, la llamada se cortó y no recibimos más respuesta. Entendemos que cada caso puede tener sus particularidades, pero precisamente por eso es fundamental actuar con responsabilidad. La medicina veterinaria merece respeto, y los pacientes también.
Tenemos experiencia, y Carlos es sin duda uno de los mejores Veterinarios que hemos conocido. Un gran profesional con mucho conocimiento ( y no todos los médicos lo tienen), siempre dará una explicación con detalle sobre lo que tiene o puede tener tu amigo Peludo, respondiendo con mucha paciencia a las mil preguntas que uno puede tener cuando se trata de la salud de un ser querido. Muy respetuoso y cuidadoso con los animalitos ♥️, nada de hacer pruebas innecesarias ( que lamentablemente pasa en muchas clínicas) . 100% recomendable! Gracias Carlos! 😊
Absolutamente recomendable. Llevo teniendo perros desde hace más de 30 años y Carlos es, sin duda, el mejor veterinario que he conocido. Su equipo en la clínica estupendo. El trato humano es amable, profesional, honrado y cercano. El trato con las mascotas súper cariñoso. El precio más que razonable. Y el servicio telefónico de urgencias fuera de las horas de consulta GENIAL. Hace poco mi perrita tuvo un parto complicado y además de la asistencia en la clínica, el servicio de urgencias me ayudó muchísimo en como proceder en una situación verdaderamente complicada: estábamos aislados en la montaña en plena madrugada con dos cachorros nacidos y otro que tardaba mucho en llegar. La tele asistencia de Tomás fue un grandísimo apoyo. Gracias!!! 🙏🏼💖
Lamentablemente no puedo dejar una buena reseña. Adopté a mi perrita y pedí cita para que la revisaran. La veterinaria entró y no miro a la perra, me aconsejaron la vacuna de la leshmania y fue lo único que le hicieron. Me sorprendí de que ni siquiera la tocara ni auscultara ya que es una perrita adulta de la calle. Salí de allí con 140 euros menos en la cuenta (por la vacuna) y sin que hubieran mirado a la perra. Fui a otra clínica y le hicieron una revisión completa donde le detectaron un par de cosillas (entre ellas un bulto en el abdomen y una luxación de rodillas de grado I-II). Cuando llamé al Jardín, la respuesta De Alba, la veterinaria, fue que iban desbordados de trabajo y que a veces, no tenían tiempo de mirar a los perros. Me quedé ojiplática porque si pido cita para una revisión y no tienes tiempo de revisar, no me des cita (llamadme loca). En fin. Una lástima por mí, porque tengo la clínica al lado de casa y una lástima por la clínica porque pierde una clienta que no escatima ni un céntimo en la salud de su perrina. Ah y quiero recalcar que lo que más me molesta es que me fui con una información errónea por falta de protocolo y tiempo por parte de la clínica. Si no llego a llevar a la perra a otro vete, hubiera derivado en algo más grave. Me alarma también que según Alba, la veterinaria del Jardín, esto sea algo habitual.