Hotel sofisticado con habitaciones elegantes, un restaurante chic, bar y piscina exterior.
Buena experiencia. La habitación cómoda, aíre acondicionado perfecto, piscina bien y desayuno completo. Fácil para aparcar y muchos sitios para comer cerca del hotel sin tocar el coche.
Es un hotel, espectacular. Ideal para una escapada romántica o visita de negocios a la ciudad. Todo en perfectas condiciones, con todos sus espacios diseños y decorados con muy buen gusto (típico en Vincci). Retirado del centro pero muy bien comunicado, en una zona muy tranquila y agradable para recorrer andando.
Reservamos una habitación triple, pero de triple tenía poco, salvo el precio. El mobiliario nos pareció bastante anticuado para un hotel de 4 estrellas y echamos en falta algunos detalles, como un espejo de aumento en el baño. El gimnasio y el spa no nos resultaron nada atractivos. El gimnasio es muy pequeño, sin espejos, con cuatro mancuernas y tres máquinas bastante antiguas; solo funcionaba la cinta de correr, mientras que la bicicleta y la elíptica no estaban conectadas. Además, no permiten entrar al gimnasio los fines de semana si el spa está en servicio. Es decir, si vienes en fin de semana y pagas por un hotel de cuatro estrellas, no tienes derecho ni a entrenar… flipante. Del mismo modo, el spa es reducido y oscuro, lo que no transmite un ambiente relajante, sino más bien uno inquietante. En el lado positivo, la habitación es cómoda, la piscina está muy bien y el personal de limpieza hace un trabajo excelente. Aunque el hotel está algo alejado del centro, se puede llegar fácilmente en autobús y la zona es muy estratégica: está en pleno Paseo Zorrilla, cerca de un gran centro comercial y rodeado de restaurantes y bares de distintos tipos.
Muy buen hotel, habitaciones estándar, muy importante la cama está muy bien, dormimos muy cómodos. La piscina está muy bien. Y también para los que quieren ir a cenar en la calle paseo de la zorrilla está lleno de restaurantes con diferentes alternativas.
Buena ubicación,no hace falta pagar el doble por alojarse en el centro de Valladolid. Habitaciones limpias,modernas,y equipadas . Se aparca bien en los alrededores del hotel, zona tranquila.y llena de restaurantes para comer . Las camas son cómodas,con doble almohada ,mini bar, ahh servicio de restaurante hasta las once ,estaba bastante lleno aunque nosotros no lo usamos ,tenían una carta normal. Creo que menú también. Muy buena calidad / precio.