Fuimos a esta hamburguesería con muchas expectativas, sobre todo considerando el precio: 100 € por tres hamburguesas, tres entrantes visiblemente congelados y cuatro bebidas. Un precio que uno esperaría pagar por una experiencia gastronómica memorable… y vaya si fue memorable, aunque no precisamente por lo bueno. Las hamburguesas estaban pasables, pero muy lejos del nivel gourmet que el precio sugiere. Los entrantes, claramente de bolsa y sin ningún intento de disimularlo, salieron tibios, como si los hubieran pasado por el microondas con más desgana que el propio camarero que nos atendió. Y hablando del camarero: si había un concurso de desgana profesional, él iba ganando por goleada. Cada pregunta parecía molestarle, cada gesto era una coreografía de indiferencia. Aún nos preguntamos si su actitud fue peor que el estado del cocinero, que, sin ánimo de afirmar nada, parecía haber salido de un after antes de encender la plancha. Su entusiasmo con la sal y el caos general en cocina daban más miedo que hambre. En resumen: experiencia decepcionante, precios absolutamente desproporcionados, y un servicio que roza lo surrealista. No se trata solo de pagar mucho, sino de recibir algo a cambio. Y lo que nos llevamos fue una anécdota que repetiremos entre risas… desde casa, porque no pensamos volver.
Increíble, fui con mi novia ayer buscando donde comer a última hora como siempre jajajaja y vimos una sola foto de las hamburguesas y tomamos la decisión de una 🤩 La atención del chico aleman de Buenos Aires(supongo que será Marvin, por la cantidad de fotos suyas en el baño jajajaja) y la chica rapada fueron excelentes, muchas gracias por todo y la hamburguesa Saigón es unaaaa locuraaaaaa ojalá gane el concurso 🫶🏻
El personal muy agradable pero la comida no acompañaba. La hamburguesa de pollo bastante flojita, la puedes hacer en tu casa con ingredientes del mercadona, y los tacos birria saben demasiado a cilantro. Puntos a favor, las hamburguesas smash estaban más ricas pero en general un poco decepcionado
Cuenta de 125€ para 7 personas, pidiendo un principal, una bebida y un cubata por cabeza. Con un 30% de descuento de El Tenedor. Lo que nos gustó: la comida, el precio, la simpatía de la camarera. Lo que no: tuvimos que esperar muchísimo para que nos sirvieran la comida, una hamburguesa llegó congelada y los cubatas también tardaron un montón. Las hamburguesas están ricas, me sorprendió mucho la vegana, aunque sí que es verdad que llevan poca "carne". Que vengan con patatas incluidas está muy bien, porque además están ricas. Los tacos son una buena opción como principal, aunque quizá un poquito altos de precio. Los cubatas a 5€ son una ganga en esa zona. El trato de la camarera fue genial, pero lamentablemente quedó empañado por la lentitud con la que se sirvió la comida. Nos gustaría darle una oportunidad de nuevo para ver si fue algo puntual, y poder probar así al menos algún postre.
Una joyita en Ruzafa! Las mejores alitas que he comido en España, las papas raclette una delicia y la hamburguesa Saigon Fever ufffff deliciosa! Ha sido una grata sorpresa este lugar!! Listos para regresar!!!